miércoles, 21 de octubre de 2009

EL WATERGATE

Cuando al New York Times se le escapo la presa
“El escándalo presidencial que sacudió a América”

Redacción La Portada, Honduras.- El ex-astro argentino Diego Armando Maradona hubiese dicho que “se les escapó la tortuga”. Y algo de eso pasó hace 37 años en la oficina de Washington del prestigioso diario estadounidense The New York Times. El pasado martes 26 de mayo se conoció que la información acerca del robo de documentos en el partido Demócrata –que luego derivara en el caso Watergate que le costó la presidencia al republicano Richard Nixon–, la tuvieron primero dos periodistas del Times. Pero ambos se “durmieron” y la primicia la terminó capitalizando su rival, el Washington Post, a través de una serie de notas que llevaron adelante los periodistas Carl Bernstein y Bob Woodward (en la foto junto a Katharine Graham, Benjamin C. Bradlee y Howard Simons; editora, director ejecutivo y director jefe del Post, respectivamente), hoy convertidos en íconos mundiales del periodismo de investigación.
El redactor Robert Smith y su editor jefe Robert Phelps son los protagonistas de este gran fracaso periodístico del New York Times. Según ellos mismos reconocen ahora, dos meses después de que se conociera el robo de documentos del partido Demócrata en el edificio Watergate, Smith almorzó con el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) Louis Patrick Gray (murió en 2005), quien le contó la historia. Inmediatamente, fue a la oficina a contarle a Phelps el contenido de la conversación, incluso la grabaron en una cinta por considerarla trascendente.
Era agosto de 1972. Smith se disponía a abandonar el periodismo para ingresar en la facultad de Derecho de la Universidad de Harvard y Phelps iba a emprender un viaje de un mes a Alaska. Entre tantos apremios, dejaron la información y la cinta en un cajón. Allí quedó para siempre la exclusiva más importante del periodismo contemporáneo.
La nota del Times publicada esta semana señala que Smith guardó durante más de tres décadas el secreto sobre este episodio. Hasta que supo que Phelps –hoy tiene 89 años– había decidido publicarlo en sus memorias: el libro editado hace un mes bajo el título: God and the Editor: My search for meaning at The New York Times.
Conocido el episodio, el diario de Manhattan le preguntó a Phelps qué pasó con todas esas pistas, incluida la cinta. “Nadie lo sabe”, contestó Phelps, quien asume que la responsabilidad fue suya. “Nunca desarrollamos lo que Smith me contó. Por qué no lo hicimos, es un misterio para mí (…). Me falla la memoria sobre lo que hicimos con la cinta”, escribió en su libro Phelps, quien años después dejó el Times por el Boston Globe.
Así, el New York Times “perdió la oportunidad de contar la mejor historia de toda una generación”, admitió esta semana el mismo diario neoyorquino.
La nota del Times saca como conclusión que en ese momento los más altos responsables del FBI estaban filtrando información a la prensa sobre el escándalo. En 2005 se supo que “Garganta Profunda”, la misteriosa fuente que relató a Woodward y Bernstein los pormenores del caso, era Mark Felt, entonces director adjunto del FBI.
Smith, quien trabajó en el Departamento de Justicia durante años y ejerció como abogado, indicó al Times que se “sintió libre” para contar lo sucedido cuando supo que Phelps iba a publicar sus memorias, y argumentó que, incluso aunque Gray había fallecido, “no podía romper la fuente de confidencialidad” que le unía al responsable del FBI.

Fuente: Gestió Intergral de medios Foto: Adaptación La Portada

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